Es aquella destinada a los escolares con diversidad funcional.
Además requieren de un aprendizaje especial
que tienda a orientarlos de manera individualizada, compensando esos excesos o
carencias, educándolos en para que
puedan integrarse en las escuelas regulares , o directamente en ellas, con
algún apoyo tutorial, ya que comprende todas aquellas actuaciones encaminadas a
establecer dichas necesidades, ya sea en centros ordinarios o específicos.
En la educación especial se presta la atención
individualizada de la misma forma en que se emplea la pedagogía, para así formar
hombres y mujeres independientes y capaces productivamente para la sociedad.
La educación especial nace impulsada por los movimientos
sociales que se han ido incorporando poco a poco en el sistema educativo ordinario,
facilitando la integración de los alumnos con algún tipo de diversidad
funcional. Actualmente se parte de un enfoque interactivo donde es la escuela
la que asume la responsabilidad ante los problemas de aprendizaje de sus escolares.
Es por ello que nacen las “escuelas inclusivas” como
defensa de los derechos de integración y supone el desarrollo de una reforma
profunda en los centros docentes.
En la primera mitad del siglo XX, se considera que las
deficiencias tienen un carácter orgánico, es decir inherentes al individuo, y
por lo tanto inmodificables. En esta época se abusa del uso de los test de
inteligencia y así se lleva a cabo la segregación de los estudiantes que no las
superaban en los centros específicos, considerándose esta como la mejor
alternativa.
Ya en los años cuarenta y cincuenta, se llevan a cabo
importantes cambios, se empieza a cuestionar la supuesta incurabilidad de las
discapacidades, se siguen teniendo muy en cuenta los test de inteligencia pero
ahora se acepta la influencia de factores sociales y culturales.
El llamado informe Warnock en 1978 supone el paso
definitivo a lo que hoy se conoce como niños, niñas, jóvenes y adultos con
necesidades educativas especiales, aquí queda explícita la idea de que los
fines de la educación son los mismos para todos, en consecuencia, la educación
queda configurada como un continuo de esfuerzos para dar respuesta a las
diversas necesidades educativas, para que estos estudiantes puedan alcanzar los
fines propuestos. A partir de estos argumentos, en forma progresiva el objetivo
de esta modalidad educativa comienza a dar un giro en el sentido que no sólo se
trata de optimizar los avances en el desarrollo de la persona en función de su
discapacidad, sino también y especialmente de proporcionar un conjunto de
apoyos y recursos que han de implementarse en el sistema educativo regular para
dar respuesta educativa adecuada y favorecedora del máximo desarrollo global.
La educación especial debe ponerse al servicio del escolar
para satisfacer sus necesidades educativas especiales, destacando su papel en
el estudio y análisis de los procesos de enseñanza aprendizaje de esta
población.
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